domingo, 9 de septiembre de 2018

El timo de las mediciones de temperatura


Es el mismo timo que pretender que los modos de vida de una pandilla de urbanitas desquiciados, dedicados a criar bebés electrónicos, es un modelo universal. Al respecto, dense una vuelta por esta entrada que Don Luis I. Gómez nos regala desde el exilio.

Pero hay más y más cercano. Es típico en los informativos matutinos de la radio local en Ciudad-Real, COPE para más señas, informar sobre la temperatura que marca a las siete y media de la mañana ¡el termómetro de la Plaza Mayor! Con un par.

Veamos cómo es Ciudad-Real, “a efectos climáticos”. En el noroeste a una distancia de cuatro kilómetros de los primeros edificios, o últimos, según se mire, de la zona, se encuentra el Pantano del Vicario, que en foto aérea casi se confunde con el de Gasset, situado en el Norte, a unos doce kilómetros de los últimos edificios de la Carretera de Toledo.

Por otra parte, Ciudad-Real está rodeada por un cinturón verde, que te permite darle la vuelta, siempre debajo de un árbol. Comienza en la parte sur con el Parque de Gasset, que enlaza por el Este con el Parque Juan Pablo II, que a su vez enlaza con el Parque del Pilar y éste con la Ciudad Universitaria, más masa arbórea que facultades, el Parque de Atocha y Jardines del Cementerio por el Norte, cerrándose el cinturón verde con el arbolado de la zona de expansión del Oeste de la ciudad.

Dentro de rondas, además del arbolado de las calles principales de la ciudad, tenemos los Jardines del Prado, Cervantes, Plaza del Pilar, el Rectorado, Plaza de Agustín Salido, etc..

El caso es que en el centro de Ciudad-Real a estas alturas de noviembre no ha helado. Pero está comprobado que la temperatura en el centro de Ciudad-Real, en invierno, es de cuatro a cinco grados más alta que en los eriales de la Carretera de Fuensanta, por poner un ejemplo, donde dudo que haya estación meteorológica alguna.

De modo, que si usted querido lector pasa a las ocho de la mañana por el aparcamiento situado entre la Glorieta del Quijote y el Parque Juan Pablo II, observará, como yo vengo observando desde hace días, como hay coches aparcados, con su plaquita de hielo incorporada y otros que carecen de ella. Verde y con asas.

Sin embargo, la última información meteorológica de la que he disfrutado es: “En estos momentos el termómetro de la Plaza Mayor marca cuatro grados sobre cero”.

Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 18 de noviembre de 2008

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